Eliseu T. Climent / CAT700
Del 14 al 18 de junio se celebrará la décima edición de la CAT700, una experiencia única que cruza Catalunya en autosuficiencia, desde el Valle de Arán hasta el Delta del Ebro. Son 700 km y 15.000 metros ascendidos en su versión más larga, con alternativas más reducidas y adaptadas al gravel. Como novedad para este 2024, nace la CAT700 Backroads, un itinerario de carreteras secundarias.
Un evento que nace en el 2015
Parece que fue ayer cuando iniciamos esta locura. En 2015, la CAT700 marcaba en España y en el sur de Europa el pistoletazo de salida de un formato de evento que, en cuestión de pocos años, iba a copar el calendario de retos ciclistas. Se trataba de una propuesta de larga distancia, en total autosuficiencia y sin etapas, que atravesaba Catalunya por un recorrido coherente y muy calculado para disfrutar con seguridad de la extraordinaria diversidad de paisajes de esta comunidad autónoma, donde las altas cumbres y el litoral están separados por pocos kilómetros. Por ello, trazamos una línea de norte a sur que alcanzaba la alta montaña del Pirineo aranés, el Prepirineo leridano, los llanos agrícolas de las comarcas centrales y visitaba las zonas vinícolas de Tarragona (las DO Montsant, Priorat y Terra Alta), antes de enfrentarse a los Puertos de Beceite y a las infinitas llanuras de los arrozales del Delta del Ebro.
El recorrido, que utilizaba mayoritariamente pistas de tierra, caminos rurales y carreteras secundarias, no presentaba dificultades técnicas, pero sí que reclamaba de los/as participantes la resistencia física y mental propia de la ultradistancia.
Una prueba no competitiva
La prueba no era, no es, competitiva. Por ello, evitamos la presencia de dorsales en las bicicletas que pudiesen “manchar” las imágenes para el recuerdo y, por otra parte, condicionar la actitud de los participantes. Queríamos que fuese una experiencia personal, única e intransferible. Un viaje a través de las geografías y paisajes recorridos, pero también un viaje interior que hiciese mella en cada uno.
Apostamos por transmitir la experiencia de la libertad, de una libertad tutelada mediante el uso de dispositivos de localización, en un evento de pequeño formato, con plazas limitadas a 49 ciclistas, con el fin de generar un ambiente cercano, de compañerismo y familiar entre participantes y organización. Era, en definitiva, la manera de viajar que nos gusta a nosotros, los organizadores: un viaje de placer, pero de placer deportivo, que aúna larga distancia, calidad del recorrido y belleza paisajística.
«Apostamos por transmitir la experiencia de la libertad, de una libertad tutelada mediante el uso de dispositivos de localización, en un evento de pequeño formato, con plazas limitadas a 49 ciclistas»
La autosuficiencia como contribución a las economías locales
Años atrás trabajé en un evento ciclista por etapas. Me dolía ver que los participantes se abalanzasen a los avituallamientos donde comían y reposaban tranquilamente y que ninguno de ellos entrase a tomar ni un café en el bar de pueblos con pocas almas. Ante esta “injusticia”, decidí que la CAT700, el día que viese la luz, sería una prueba en autosuficiencia. Era la manera de aportar, en la medida de las migradas posibilibilades, nuestro grano de arena a la gente y lugares que tanto nos gustan, pero también se trataba de un modo de humanizar el evento para generar intercambio entre participantes y lugareños. Porque si la CAT700 se define por algún rasgo es por ser una experiencia geográfica, deportiva, pero sobre todo humana.
Y llegó el gravel
Si en las primeras ediciones las bicicletas de gravel eran limitadas, su auge nos animó a plantear, al cabo de unos años y dentro del mismo evento, la CAT700 Gravel, un recorrido pensado específicamente para las ruedas finas, que se diferenciaba de la CAT700 Original en la distancia, el desnivel y la calidad de las pistas. Ambos tienen, todavía hoy, inicio y fin compartidos, pero la CAT700 Gravel reduce su dificultad a 500 km y 9.500 m positivos, evitando algunos de los puntos fuertes de su hermana mayor, como el Coll de Varradós (2.050 m), en el Valle de Arán, o los Puertos de Beceite, donde la aproximación a estas montañas y su ascenso desde el Ebro suman más de 2.000 metros de ascenso.
No repetirás recorrido
No nos gustan las rutinas, ni las ruedas de hámster, ni pasar una y otra vez por los mismos lugares. Nos motiva la novedad constante, movidos por la curiosidad exploratoria, descubrir rincones y trazar detenidamente recorridos con sentido. Es este carácter el que subyace en el ADN de la CAT700. Quienes hayan repetido la prueba, que no son pocos, habrán comprobado que cada año el itinerario incorpora novedades que pretenden hacer disfrutar del territorio, visibilizar lugares ocultos y aportar el efecto sopresa que tanto gusta a quien viaja. Por ello, el track se mantiene en secreto hasta una semana antes del inicio.
Para nosotros, la novedad constante representa el difícil reto de aportar nuevos paisajes, manteniendo el delicado equilibrio entre belleza del trazado, kilómetros y desnivel.
Backroads, un regalo de diez años
Este 2024 celebramos la décima edición y, como regalo para participantes y organización, hemos incorporado a la familia CAT700, la CAT700 Backroads. Se trata de un recorrido de asfalto que discurre por carreteras secundarias, asfalto olvidado, caminos rurales y algún que otro enlace de tierra (sterrato, en la jerga ciclista actual). El alma de la CAT700 Backroads es la misma que la de toda la familia CAT700: un viaje que permite adentrarse en la cara oculta del territorio y, siempre que sea posible, lejos de la evidencia de los ejes viarios más frecuentados. Por ello, recomendamos a quien se lance a esta aventura que equipe su bicicleta con cubiertas de un ancho mínimo de 700×28 y un desarrollo generoso.
La CAT700 Backroads comparte, junto con sus hermanas, salida y llegada, así como fechas de celebración. Aunque su distancia / desnivel suma 790 km y 15.000 metros, hemos diseñado una serie de recortes para poder ajustarla al gusto del consumidor, no superando así los 500 km para un tiempo máximo de 4 días y medio.
Y en 2025…
No desvelaremos secretos, pero sí avanzaros que la de 2024 será la última edición que celebraremos el gran recorrido entre el Valle de Arán y el Delta del Ebro, puntos que nos han acogido a lo largo de una década. En 2025, cambiaremos de ubicación, pero conservando siempre la esencia original de la CAT700, a saber: una aventura, un viaje, un reto que os guiará por las profundidades de la geografía, tocando la alta montaña y el mar, y todo el abanico de paisajes intermedios. ¡Os esperamos!