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Existimos todo tipo de ciclistas. Desde quienes solamente se suben a la bicicleta para pedalear sin parar, hasta aquellos quienes les gusta la mecánica y realizan todo tipo de servicio a su bicicleta. Creo que la gran mayoría somos quienes pedaleamos según nuestras posibilidades físicas y familiares nos lo permiten y tratamos de mantener a nuestra bicicleta al menos limpia, pues el mantenimiento mecánico simplemente no se nos da o no nos gusta.

Si eres de estos últimos o no eres pero quieres serlo, en este artículo describimos una de las limpiezas básicas que puedes hacer tú mismo(a) a tu bicicleta gravel. La finalidad es que durante tus pedaleadas no tengas ningún inconveniente con los cambios y con el desviador trasero, al menos no por suciedad.

Limpiando el cassette

El cassette es el dispositivo con múltiples engranes o dientes ubicado en la parte central lado derecho de la rueda trasera que permiten a la bicicleta moverse a distintas velocidades al trabajar sincronizadamente con la cadena y él o los platos delanteros.

Es muy-muy raro que el cassette sufra un desperfecto debido a que se trata de una pieza sólida fabricada por lo general de aluminio o aleación de acero que está bien sujeta al eje del rin. Tendría que ser un cassette muy viejo o expuesto al agua o humedad constantemente para que algunos de sus dientes se rompan. Lo que sí sufren los engranes o dientes es de desgaste, lo cual conlleva a cambiar el cassette.

Pero si bien el cassette difícilmente sufre roturas (pero si desgaste), el mismo atrae elementos externos como lodo y/o ramas pequeñas de hierbas que, al mezclarse con el aceite de la cadena, se convierten en una densa pasta que puede ocasionar que la cadena no enganche debidamente con los dientes del cassette. También puede hacer que el desviador trasero no pueda mover la cadena cuando cambiamos de velocidad.

En la siguiente imagen podrás observar como el lodo mezclado con el aceite de la cadena se va almacenando entre cada engranaje. Esto puede ser removido con un desarmador delgado o cualquier pieza de metal o madera que pueda introducirse.

La “pasta negra” tenderá a almacenarse entre aquellos engranajes que más utilizas. En el cassette de la imagen previa, dicha pasta se almacenó en buena medida en los engranes del 5 al 9. Otros dos inconvenientes de su presencia es que añade algunos pocos gramos de peso a la bicicleta pero, sobre todo, seguirá ensuciando a la cadena.

Si sueles transitar por caminos donde hay hierba alta que la misma cadena va pescando, dicha hierba se irá también almacenando en el cassette e irá obstaculizando el movimiento de la cadena al hacer los cambios.

Limpiando el desviador trasero

Al igual que el cassette, los dos engranes del desviador trasero van ensuciándose con la mezcla del aceite de la cadena, el polvo y/o lodo. Si no lo limpias con cierta frecuencia, la cadena no tendrá el agarre adecuado y los cambios tenderán a no darse con suavidad.

En la siguiente imagen puedes observar como limpiar con un pequeño desarmador plano la ceja exterior. La misma limpieza debe hacerse en la ceja interior del engrane, siendo está última más complicada. Y más complicado aún es limpiar el engrane superior pues el brazo del desviador impide maniobrar con facilidad.

Entre más gravel practiques, más será la suciedad que se acumulará en ambos engranes por lo tanto la frecuencia de la limpieza deberá ser mayor. Lo mismo sucederá si sueles poner demasiado aceite a la cadena, lo cual no es recomendable. Es mejor ponerle lo suficiente para la rodada que emprenderás e ir monitoreando el nivel de aceite.

Luego de remover la pasta de aceite y polvo, con un cepillo de limpieza, periódico semi húmedo o trapo puedes complementar la limpieza de ambos engranes.

Es posible que en un principio se te dificulte un poco la limpieza de ambos engranes, pero con el tiempo lo harás sin problema alguno. La limpieza el cassette es más simple debido al espacio abierto que se tiene para maniobrar.

Concluyendo

La limpieza del cassette y de los dos engranes del desviador trasero es una práctica muy básica que cualquier ciclista puede realizar. La limpieza le dará más vida a tales componentes pero sobre todo te evitará una posible falla mecánica en tu pedaleada. Recomendamos que al menos una vez a la semana hagas la inspección de tales partes y en consecuencia decides hacer o no dicha limpieza.

Hacer la limpieza de la gravel por uno(a) mismo(a) o a través de otra persona es una práctica obligada que todo buen ciclista debe aplicar. No sólo para que se vea impecable, sino por seguridad.