CICLISMO GRAVEL EN MI CIUDAD DE ORIGEN; MARCAS PUEDEN Y DEBEN HACER MÁS PARA VENDER LA BICICLETA MÁS APROPIADA

Recién regresé de mi ciudad de origen en México luego de no visitarla por un año y nueve meses debido al COVID19. Y al igual que mi visita anterior, en las rodadas con mi gravel solamente observé bicicletas MTB o ruta. Ninguna como la mía.

Lo anterior es una señal de que las marcas pueden hacer más. No solo para promover el ciclismo gravel (es secundario), sino principalmente para ofrecerle a los ciclistas actuales y futuros la mejor bicicleta según el tipo de pedaleo que practican. A continuación ahondo en el tema.

Mismo tipo de bicicletas que hace un año y nueve meses

Mi ciudad de origen (Saltillo, noreste de México) se ubica en una zona geográfica con dos tipos de orografía. Hacia el oriente zona montañosa tipo bosque. Hacia el resto de los puntos cardinales semi desierto. Lo común de ambas es que abundan los caminos de terracería de todo tipo (gravel duro, pedregoso, arenoso, etc.) y de cualquier relieve (planicies, montañoso, subidas ligeras, etc.), lo cual es ideal para practicar el ciclismo gravel.

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Lamentablemente esto no es así. Y no lo digo con el ánimo de forzar a medio mundo a practicar esta modalidad de ciclismo yendo a caminos gravel. Al fin y al cabo cada uno decide pedalear con lo que quiera y pueda. Si deseas ir a caminos montañosos con superficie de terracería en una de ruta, es tu decisión. Lo digo y resalto porque en todas mis pedaleadas realizadas observé a muchos ciclistas en bicicletas MTB transitando por calles y caminos asfaltados.

Cada vez que veía a uno o varios me preguntaba algo como ¿Cuántos de ellos utilizan su MTB para realmente pedalear en la montaña por senderos? Y si lo hacen ¿cuánto tiempo le dedican a ello y cuánto tiempo pedalean sobre asfalto por la ciudad montados en ellas?

Obtener las respuestas no es tan complicado, aunque advierto que puede ser sujeto de errores o subestimaciones. Basta con observar el estado físico del o la ciclista para darse cuenta, así como la cadencia de la persona. En mi investigación empírica concluí que una buena mayoría practicaba el ciclismo MTB poco o muy poco. Y quienes tenían aspecto de ciclista atlético es posible que también un alto porcentaje practica este tipo de ciclismo en menor tiempo, invirtiendo más del mismo por asfalto.

En mis rodadas no dejaba de pensar y concluir algo como “si tan solo supieran de la existencia de las bicicletas gravel con manillar caído o plano” o “cuanto desgaste de energía y tiempo pedaleando una MTB por calles y caminos asfaltados cuando con ello pudieras recorrer más kilómetros”.

No necesitas una MTB para caminos así y menos sobre asfalto.

Añado que en una de esas salidas por la ciudad salí con mi hermana y hermano a pedalear. Este último había adquirido su gravel el año pasado luego de haber iniciado con una MTB (como yo) y desde entonces no se baja de ella. Pero mi hermana iba montada en una MTB y al prestarle mi gravel de inmediato sintió el cambio y los beneficios de pedalear en dicha bicicleta. Yo de pasó recordé lo lento y laborioso que es pedalear en una MTB sobre asfalto.

Al final ella dijo algo como “quiero una de estas”. La diferencia en peso (alrededor de 3.5kg) y de resistencia al rodamiento la conquistó.Y es que el nivel de esfuerzo para movilizar una y otra es muy amplio. Además, si se hubiese quejado por el manillar caído (lo cual no sucedió pero es común), le hubiera respondido que también las hay con manillar plano, similar a la MTB.

La gravel es muy poco conocida en mi ciudad

Durante el mes que estuve en mi ciudad (casi un millón de habitantes) acudí a dos tiendas de bicicletas muy populares; Kapital Bikes y Velo Cup. En ambas platiqué con uno/a de sus colaboradores/as para indagar sobre las bicicletas y ciclismo gravel. Ambas personas me indicaron que solamente las venden sobre pedido debido al desconocimiento existente, habiendo vendido una o dos en lo que va del año.

Luego les pregunté sobre circuitos o carreras gravel en la ciudad / región, pues ambas también son organizadoras de estos, junto con otros promotores. Una de tales personas me indicó que ellos aun no han organizado alguna pues en la ciudad no existen o hay muy pocos ciclistas con bicicletas gravel. La otra persona me señaló que apenas habían organizado un evento mixto de bicicletas gravel y e-MTB el 17 de octubre, pero siendo el enfoque principal las MTB, el cual es muy popular en la zona.

En domingo ningún gravelero/a (o de MTB) disfrutando esta hermosura de paisajes. Una lástima.

Les comentaba sobre el tremendo auge existente del “gravelismo” en otras regiones del mundo como EE.UU., Europa e incluso Sudamérica, habiendo también inicios muy prometedores en otras regiones/estados de México como San Luis Potosí (gracias a Gravel-México) y el altiplano de la Ciudad de México (gracias a Lost Gravel Series). Les añadía que tenían ante sí una tremenda oportunidad para vender más bicicletas creando un nuevo mercado.

Les pude haber dicho más ventajas de los eventos o circuitos gravel, como el beneficio económico y social a comunidades rurales que no son montañosas y que además son más numerosas en esa región, pero decidí dejar de hablar para no agobiarlos.

Las marcas pueden y deben hacer más

Las marcas no solamente venden bicicletas, aunque obviamente es su objetivo principal. En este proceso de venta y generación de utilidades también van creando cultura y educación ciclista en las comunidades. Hay un lado social en todo esto. En este contexto pueden y deben hacer un mucho mayor esfuerzo a través de sus distribuidores o sitios web para vender la bicicleta apropiada al futuro ciclista o los novatos, lo cual todos alguna vez fuimos.

No digo que nadie lo hace. He visto ejemplos de e-boletines informativos de ciertas marcas tratando de clarificar al ciclista potencial o de recién incorporación a este deporte sobre los diferentes tipos de bicicletas existentes, sin embargo y reitero, no es suficiente. Se puede hacer mucho más.

Muchos caminos gravel en tu ciudad o región están más cerca de lo que piensas ¡aprovéchalos!

Si un potencial, nuevo o reciente ciclista está indagando para adquirir una bicicleta por primera vez o una segunda, pero mantiene un alto o medio desconocimiento sobre los diferentes tipos, entonces es ahí cuando aplica el servicio al cliente mediante la orientación de agentes debidamente capacitados, videos explicativos de contenido creativo o posters informativos (infografías) colocados en tiendas o sitios web.

Concluyendo

Insisto, en este artículo no estoy tratando de imponer el que medio mundo adquiera una bicicleta gravel o practique el ciclismo gravel, tal como lo cité previamente. Todas las otras bicicletas y modalidades tienen lo suyo y ninguna es perfecta. Además, existe una persona ciclista para cada una de ellas.

Mi mensaje es algo como porqué ofrecerle o venderle al cliente solamente un helado sabor vainilla (MTB) o fresa (ruta) cuando hay más sabores (como el gravel) y quizá uno de ellos se convertirá en su nuevo favorito debido a sus características y mejor acomodo para su gusto. Si luego de ofrecerle y explicarle al cliente la existencia de todos los sabores, este decide optar por fresa, entonces será una decisión fundamentada, las cuales por cierto son las mejores bajo cualquier circunstancia de vida o en cualquier proceso de toma de decisiones.

En el mundo (y mi ciudad de origen) hay millones de ciclistas que no montan la bicicleta más apropiada para el tipo de pedaleo que practican y en una mayoría de casos es por desconocimiento. Marcas y distribuidores; no les quitemos o limitemos la oportunidad de pedalear distancias más largas a menores esfuerzos y con mayor comodidad para conocer tantas cosas maravillosas que ofrece el lugar donde vivimos. O hacer sus recorridos habituales en menor tiempo y con menor esfuerzo.

De aquí que marcas y distribuidores deben ser todavía más creativos e insistentes en sus campañas informativas respecto el tipo de bicicletas que deben adquirir ciclistas futuros, novatos y hasta veteranos, según el tipo de pedaleo que piensan realizar.

Lo digo nada más y nada menos porque a mí me sucedió en mis primeros tres años de ciclista montando una MTB y pedaleando el 90% sobre caminos asfaltados. Por cierto, tiempo que no podré recuperar. Este tipo de situaciones debe evitarse tanto como sea posible. Luego es demasiado tarde, pues el cliente deberá quedarse con ella y no la disfrutará plenamente.

Disfruté muchísimo mi MTB mientras la tuve, sin embargo no debió ser la bicicleta que debí haber comprado. No cometas el mismo error.