La Conor E-Selva plantea desde el inicio, una experiencia diferente para quienes llegan al gravel eléctrico con cierto escepticismo. Durante los primeros kilómetros, lo que más llama la atención no es tanto su diseño o estética, sino la naturalidad con la que se deja rodar. La asistencia del motor Mahle X20 es discreta, progresiva, y no genera una sensación artificial de pedaleo. Hay esfuerzo, hay control, y el apoyo llega de forma sutil cuando hace falta. Eso ayuda a cambiar rápidamente la idea preconcebida de que una e-gravel elimina por completo la exigencia física.

La bici transmite una clara orientación al disfrute del pedaleo. Su comportamiento está enfocado en ofrecer comodidad, asistencia equilibrada y una experiencia fluida, ideal para quienes buscan recorrer largas distancias sin fatiga excesiva. Desde el primer momento queda claro que la prioridad es pedalear con naturalidad, sin prisas, y con la seguridad de que puedes seguir acumulando kilómetros con confianza.
Durante la prueba en distintos terrenos, desde pistas rápidas hasta zonas técnicas, la E-Selva demostró estabilidad y un comportamiento predecible. No es una bici nerviosa ni reactiva, pero sí segura. Tras unas cuantas salidas, esa percepción inicial evoluciona: no es solo una bici eléctrica con pinta de gravel, sino una herramienta útil para ampliar horizontes ciclistas sin necesidad de dejarse la piel en cada subida.
Diseño y ergonomía de la Conor E-Selva: una e-bike gravel discreta pero funcional
En cuanto al apartado visual y de construcción, la Conor E-Selva está bien lograda. A simple vista, cuesta identificarla como una e-bike, y eso no es casualidad. El cuadro mantiene una línea limpia, sin formas exageradas ni volúmenes desproporcionados, con un diseño que respeta bastante la estética clásica del gravel. La integración del sistema eléctrico es discreta, sin sobresaltos visuales ni elementos que rompan la armonía del conjunto.



La geometría también está bien trabajada, pensada para favorecer una postura cómoda, ideal para rutas largas. Sin llegar a ser una bici perezosa, prioriza claramente el confort sobre la agresividad, lo que se traduce en una conducción relajada y sostenida.
En el cockpit se aprecia un trabajo de limpieza y funcionalidad. El cableado va en su mayoría oculto o bien guiado, evitando desorden visual y posibles interferencias. El manillar ofrece buen control y agarre en diferentes posiciones, algo fundamental cuando se combinan tramos de tierra, pista y asfalto.
El diseño de la Conor E-Selva apuesta por la sobriedad y la funcionalidad, evitando artificios innecesarios. Es una bici que destaca por su coherencia: discreta por fuera, cómoda en marcha y bien alineada con el enfoque gravel-aventurero que propone. Todo está pensado para cumplir con eficacia, sin complicaciones.
Estabilidad y manejo de la Conor E-Selva: seguridad desde la primera curva
Uno de los puntos clave en cualquier bicicleta gravel y más aún en una eléctrica, es cómo se comporta al rodar en distintas situaciones. En este sentido, la Conor E-Selva ofrece una conducción que destaca por su estabilidad. La horquilla recta, combinada con una geometría relajada, permite una dirección predecible, sin reacciones bruscas ni sorpresas en curvas o bajadas.


El reparto de pesos está bien equilibrado para una e-bike, con el centro de gravedad desplazado ligeramente hacia la parte trasera, pero sin llegar a comprometer el control del tren delantero. El resultado es una sensación de seguridad tanto al rodar a velocidad constante como al enfrentarse a pequeños obstáculos o cambios de trazada.
No es una bici especialmente reactiva y tampoco lo pretende, pero sí permite mantener una línea estable sin esfuerzo. La dirección responde con suavidad, lo que se agradece en rutas largas o cuando el cansancio empieza a aparecer. En zonas más técnicas o con curvas cerradas, su respuesta es algo más torpe, lo esperable en una bici de este segmento y peso, pero nunca incómoda.
Frenos y Transmisión
Un punto a favor que refuerza esta sensación de seguridad es el sistema de frenos Shimano GRX610 que montaba la unidad probada. Ofrece una potencia de frenado sólida y más que suficiente para una gravel eléctrica como la Conor E-Selva, con buen tacto y respuesta consistente incluso en bajadas largas o superficies con poca tracción. La modulación progresiva permite controlar la velocidad con precisión, evitando bloqueos bruscos en curvas o terrenos irregulares.
Cabe destacar que la E-Selva también está disponible en una versión con el grupo completo Shimano GRX820, que elevan aún más el nivel de frenada, especialmente en escenarios más exigentes. Una opción interesante para quienes priorizan el máximo control en descenso o buscan un extra de seguridad en condiciones más técnicas.
La E-Selva está disponible en dos montajes distintos:
- El modelo GRX610, con manetas Shimano RX610, platos RX610-1 (170 mm, 40T) y frenos RX610/BR-RX400, por un precio de 4.999 €.
- Y el modelo GRX820, con manetas Shimano RX820, platos RX820-1 (170 mm, 40T) y frenos RX820 completos, por 5.199 €.


En resumen, la E-Selva se siente como una bici sólida y fácil de controlar. No pide técnica depurada ni reflejos rápidos para dominarla. Se adapta bien a distintos ritmos y contextos, y tanto la geometría como la frenada acompañan ese enfoque estable, pensado para el largo recorrido.
Terrenos donde brilla la Conor E-Selva: versatilidad real para rutas gravel
Más allá de cómo se comporta en marcha, lo que realmente marca diferencia en una gravel eléctrica es su capacidad de adaptarse a diferentes superficies sin exigir ajustes constantes. En este apartado, la Conor E-Selva cumple con nota. Su configuración permite alternar fácilmente entre tramos de asfalto, pistas forestales y senderos sin sentirse fuera de lugar en ninguno.

En carretera mantiene un rodar fluido y silencioso, sin una sensación excesiva de arrastre. Cuando se pasa a caminos de tierra o gravilla, los neumáticos anchos y la postura relajada ayudan a mantener tracción y confort. Incluso en zonas más rotas o con pequeñas irregularidades, la bici se defiende bien, sin transmitir golpes secos ni perder estabilidad.
Esta versatilidad la hace especialmente útil para rutas mixtas, donde se enlazan distintos tipos de terreno. Puedes salir de casa, cruzar la ciudad, adentrarte en pistas rurales y acabar explorando senderos sin necesidad de cambiar cubiertas, suspensiones ni presiones. Para quienes disfrutan del gravel como aventura y no como disciplina pura, este carácter adaptable es un punto fuerte.
No está pensada para afrontar terrenos muy técnicos o agresivos, pero ofrece un margen suficiente para desenvolverse bien en una amplia variedad de escenarios. Para quienes disfrutan explorando rutas diversas, alternando entre pistas, senderos y tramos de asfalto, la E-Selva se presenta como una opción lógica y funcional, capaz de adaptarse sin complicaciones al tipo de camino que se presente.
Motor y autonomía de la Conor E-Selva: asistencia eléctrica eficiente y natural
La parte eléctrica de la Conor E-Selva está firmada por Mahle, concretamente el sistema X20, uno de los más ligeros y discretos del mercado. En marcha, el motor se comporta de forma progresiva, con una entrega de potencia que no interrumpe el pedaleo ni lo convierte en algo artificial. En lugar de dar tirones o empujar con brusquedad, lo que hace es suavizar el esfuerzo, especialmente en subidas prolongadas o cuando las piernas ya van algo castigadas.


Con 55 Nm de par, no es un motor pensado para empujar como un MTB eléctrico, pero sí suficiente para acompañar en rutas largas con desnivel. No sustituye el esfuerzo, sino que lo ajusta, lo que lo convierte en un aliado para quienes quieren alargar rutas sin terminar fundidos. Y eso es importante: aquí no hay “pedaleo gratis”, y esa exigencia mínima se agradece si buscas mantener cierta forma física o seguir sintiendo que tú haces el trabajo.
El sistema cuenta con tres modos de asistencia, fácilmente seleccionables desde el manillar gracias a unos discretos pulsadores tipo “sprinter” colocados en la parte baja.

En cuanto a la autonomía, durante la prueba hemos podido comprobar que con un uso equilibrado de los tres modos, un ciclista de unos 80 kg puede alcanzar sin problemas entre 100 y 120 km, incluso con desniveles acumulados superiores a los 2.500 metros. Obviamente, abusar del modo más alto reduce la autonomía, pero el consumo es bastante razonable si se gestiona con cabeza.
En conjunto, el sistema Mahle está bien integrado tanto a nivel estético como funcional. No destaca por potencia bruta, pero sí por eficiencia, ligereza y una gestión de energía que permite disfrutar de rutas largas sin tener que mirar constantemente el nivel de batería.
Controles y usabilidad de la E-Selva: detalles prácticos para disfrutar más
Uno de los aspectos que más se valoran en una e-bike es la facilidad de uso. Y en este terreno, la Conor E-Selva cumple con una serie de detalles bien resueltos que hacen la experiencia más intuitiva y práctica. El más destacable es, sin duda, el sistema de control de la asistencia: unos pulsadores tipo “sprinter” ubicados en la parte inferior del manillar. Esto permite cambiar de modo sin soltar la posición de agarre, algo muy práctico, sobre todo cuando vas por caminos irregulares o bajadas. Los modos permiten ajustar el nivel de asistencia en función del terreno o del estado físico, y cambian de forma inmediata, sin retardo.


Este detalle, que puede parecer menor, marca diferencia en ruta, especialmente en terrenos irregulares o cuando se rueda rápido. No tener que soltar el manillar ni estirarse hacia la barra horizontal del cuadro aporta seguridad y comodidad. Además, los botones están bien integrados y pasan desapercibidos visualmente, respetando esa estética limpia que la bici mantiene en todo el conjunto.
Otro aspecto práctico es el orden del cockpit. El cableado está bien resuelto, con pocos elementos a la vista y sin interferencias con el control del manillar o las manetas. Esto no solo mejora la estética, sino que reduce posibilidades de enganchones o problemas durante el uso intensivo en caminos estrechos o con vegetación.


La interfaz del sistema Mahle es sencilla: sin pantallas grandes ni exceso de información. A través de leds y una app, puedes tener el control básico de modos, batería y datos esenciales. Esto va en línea con el enfoque de la bici: mantener lo esencial, sin complicaciones innecesarias ni sobrecarga tecnológica.
En definitiva, la E-Selva ofrece una experiencia bastante limpia y directa en cuanto a manejo. No hay que aprenderse menús ni perder tiempo en configuraciones. Es montar, encender, elegir el nivel de ayuda y salir a rodar. Y eso, para muchos usuarios, es exactamente lo que buscan en una gravel eléctrica.
Conor E-Selva para bikepacking: lista para aventuras con alforjas
Uno de los puntos más destacados de la Conor E-Selva es su orientación hacia el ciclismo de aventura. No se queda solo en lo recreativo o en las salidas esporádicas: su diseño contempla claramente la posibilidad de cargar equipaje y lanzarse a rutas de varios días, algo que muchos usuarios de gravel buscan cada vez más.
El cuadro incluye múltiples anclajes en lugares clave: en la horquilla, en los tirantes traseros y en el interior del triángulo principal. Esto permite montar alforjas, portabultos o bolsas de bikepacking sin tener que improvisar soluciones o depender de accesorios con adaptadores. La disposición de estos anclajes está bien pensada, lo que facilita el reparto del peso y permite personalizar el montaje según la duración o el tipo de ruta.


Este enfoque aventurero se complementa bien con la geometría cómoda y estable de la bici. Rodar cargado no altera demasiado el comportamiento general, gracias a su buen equilibrio y al peso base relativamente contenido. Aunque no es una pluma, se siente manejable incluso cuando se lleva algo de carga, lo que la hace apta tanto para viajes de una noche como para travesías más largas.
Además, el sistema eléctrico Mahle, al ser compacto y eficiente, no condiciona demasiado el espacio o la estética del cuadro. La bici sigue permitiendo llevar bolsas de cuadro, bidones extra o incluso una batería adicional si se opta por ampliar la autonomía en rutas especialmente largas.
En conjunto, la E-Selva no solo es apta para el gravel de fin de semana. Está preparada para quienes quieren ir más allá, explorar sin prisas y con todo lo necesario para ser autosuficientes. Una bicicleta que encaja bien en el universo del bikepacking sin requerir grandes adaptaciones ni complicaciones.
Observaciones finales: equilibrio, confort y autonomía bien resueltos
La Conor E-Selva ha dejado una impresión muy sólida a lo largo de toda la prueba. Es una bicicleta bien construida, con un enfoque claro: ofrecer comodidad, control y asistencia eléctrica sin complicaciones. Su geometría, el comportamiento del motor y los detalles prácticos del montaje la convierten en una opción ideal para quienes buscan disfrutar de rutas largas, explorar nuevos caminos y alargar la experiencia sin estar pendientes del cronómetro ni del esfuerzo extremo.
Su punto fuerte es el equilibrio. No hay elementos que dominen sobre otros ni aspectos que se sientan forzados. Todo encaja dentro de una propuesta pensada para que el ciclista se centre en pedalear y descubrir, sin tener que preocuparse por la configuración técnica o ajustes constantes. El sistema eléctrico Mahle X20, además, está muy bien integrado tanto en lo visual como en su funcionamiento. Discreto, eficiente y fácil de usar.


Ambas versiones comparten el mismo cambio trasero Shimano RX822 GRX12S y el cassette Shimano Deore M6100 10-51T, por lo que la diferencia está en la frenada y el tacto de los componentes de control. En la unidad que hemos probado, equipada con el grupo GRX610, la frenada ha sido correcta y progresiva. No obstante, quienes busquen un extra de precisión o un comportamiento superior en condiciones exigentes, encontrarán en el montaje GRX820 un salto de calidad destacable.
Otro aspecto positivo es su polivalencia. Desde salidas de fin de semana por pistas conocidas hasta aventuras de varios días en modo bikepacking, la E-Selva está preparada para adaptarse. Su capacidad de carga, la comodidad en marcha y la fiabilidad del conjunto hacen que puedas planificar rutas largas con tranquilidad.
Como en cualquier test real, siempre hay algún margen de mejora. En este caso, el único punto que ha generado incidencias durante el uso ha sido el comportamiento de las cubiertas de serie, algo más propensas a pinchazos de lo deseable en rutas exigentes. No es un aspecto crítico, y con una elección más robusta se soluciona fácilmente, pero conviene tenerlo en cuenta si se planea rodar en terrenos especialmente irregulares.
En resumen, la Conor E-Selva es una gravel eléctrica que sabe cuál es su lugar. No busca prometer más de lo que da, y eso, a veces, es precisamente lo que se necesita. Una bici honesta, cómoda, y lista para acompañarte donde decidas llevarla.
Preguntas frecuentes (FAQs)
1. ¿Qué tipo de rutas se adaptan mejor a la Conor E-Selva?
La E-Selva es ideal para rutas largas, pistas de tierra, caminos rurales y tramos de asfalto. Está pensada para un uso polivalente, desde salidas tranquilas hasta viajes de varios días con equipaje.
2. ¿El sistema de asistencia es fuerte o sutil?
El motor Mahle X20 ofrece una asistencia progresiva y discreta. Acompaña el pedaleo sin hacerlo artificial, ayudando en subidas y zonas exigentes, pero manteniendo la sensación de esfuerzo real.
3. ¿Se puede usar para bikepacking?
Sí, está muy bien preparada para ello. Cuenta con múltiples anclajes para alforjas y portabultos, lo que la hace perfecta para viajes autosuficientes o rutas de varios días.
4. ¿Qué autonomía real se puede esperar?
En condiciones reales, y combinando los tres modos de asistencia, es posible recorrer entre 100 y 120 km con un desnivel acumulado considerable, siempre dependiendo del peso del ciclista y el terreno.
5. ¿Cuáles son los puntos mejorables?
El principal aspecto a revisar son las cubiertas de serie, algo propensas a pinchazos en terrenos exigentes. Con un cambio a neumáticos más robustos, este detalle se soluciona fácilmente.
Descubre todos los montajes y modelos de Conor en todoGravel haciendo click aquí.
En todoGravel también hemos hecho un análisis de los componentes y precios de la E-Selva que puedes ver haciendo click aquí.