Sí, ya sé que has leído decenas de artículos y visto muchos videos en YouTube abordando este tema. Y muy probablemente en este post no encontrarás nada nuevo que no sepas ya, pero también es posible que, si estás por comprar una gravel con cuadro de carbono y tienes tus dudas, encuentres un motivo para dar marcha atrás, o para adelante.
En términos simples un cuadro de carbono es para quienes tienen dinero para darse un lujo o quieren endeudarse, mientras uno de aluminio es para las masas o para aquellos que no desean complicarse la vida. En seguida abordamos el tema, advirtiendo que no es un análisis de tipo técnico o científico, sino empírico.
Las obvias diferencias entre cuadro de carbono y aluminio
Son muy conocidas las diferencias de cuadros fabricados en ambos materiales y en seguida cito tan solo algunas, por aquello de que quizás seas nuevo en el ciclismo o, eres veterano, pero deseas reconfirmar la información.
- Peso: Un cuadro de carbono es entre 500g y 1000g aprox. más ligero a uno de aluminio. El peso exacto dependerá de la calidad de ambos materiales.
- Estética: A la vista un cuadro de carbono se ve mucho más limpio debido a la ausencia de soldaduras, por citar una característica. Los tubos pueden tener mejor forma o diseño, aunque hoy en día el moldeo del aluminio es impresionante, habiendo unos cuadros realmente hermosos.
- Rigidez: Un cuadro de carbono es más rígido respecto uno de aluminio o, dicho de otra manera, un cuadro de aluminio vibrará mucho más al rodar sobre cualquier superficie y uno de carbono absorberá más tales vibraciones. En el gravel este punto es importante dada la superficie. A más vibración más cansancio de brazos y muñecas. No obstante, el tema de vibraciones se puede atemperar en un cuadro de aluminio montando neumáticos de alto grosor (40c o más) y con ruedas – neumáticos Tubeless, por aquello de que puedes rodar a menor presión de aire, respecto a si lo haces con cámara.
- Precio: En términos generales y hablando de un carbono y aluminio de calidad estándar, tenemos que la diferencia entre ambos cuadros rondará los US $1,000 o €850. Ojo que hablo de calidad estándar, pues en Internet puedes encontrar algunos cuadros de “carbono” de origen chino a precios de uno de aluminio, pero el riesgo de una rompedura en alguno de sus tubos es altísimo.
- Ego: Todos o casi todos queremos lo mejor y hasta el momento (quizá mañana sea diferente) considerando hechos y datos duros un cuadro de carbono es mejor a uno de aluminio. De aquí que su precio es más alto. Ahora, si entramos al “yo creo o pienso”, entonces hasta un cuadro de cartón podrá parecer mejor. Pero regresando al tema, es natural y normal que, al poseer algo mejor respecto a lo que tienen los demás, nuestro sentimiento de orgullo o valía personal se vea expandido. Por ello, el ego personal (no encontré otra palabra mejor para definir este criterio) tendrá un comportamiento diferenciado cuando montamos una gravel con cuadro de carbono respecto a uno de aluminio. Incluso nuestro cuerpo podría comportarse de distinta manera al saber que monta una gravel fabricada con un material de mejores prestaciones.
Pero entonces ¿carbono o aluminio?
Es la pregunta de los 64 mil pesos, como se dice en México. Comenté en el criterio de “ego” que todos o casi todos queremos lo mejor. En lo personal mi primera gravel fue de cuadro de aluminio. En ese momento no me compré una de carbono por dos razones: a) en aquel año (inicios 2018) los modelos gravel disponibles en México se limitaban a dos; Giant Anyroad y Specialized Diverge, ambos con cuadro de aluminio. El carbono impensable.; b) no tenía dinero para una de carbono, la cual debía importar de EE.UU. Hoy en día, en casi todos los países el escenario es distinto debido a la alta popularidad del ciclismo gravel; hay muchísimas marcas con modelos en todos los niveles de precio.
La diferencia en precio es notable ¿al mismo nivel está la diferencia en desempeño?
Reitero, en ese momento naturalmente deseaba y quería una gravel de carbono, pero no podía. Afortunadamente, luego de ahorrar “bien y bonito” durante más de un año, pude comprarme mi gravel de carbono (Giant Revolt Advanced) que he disfrutado de lo lindo por dos años.
Pero de unas semanas para acá no dejo de cuestionarme si realmente valió la pena comprármela y tener invertida una buena “pasta” (como dicen en España) en una bicicleta. Mis dudas se acrecentaron el día de ayer cuando pasé por la báscula mis dos gravel actuales (en realidad la segunda es una All Road): la Giant Revolt Advanced (con Shimano GRX 800) y a la Giant Contend AR (Shimano Sora). La diferencia en peso entre ambas, con pedales, bombilla de aire y porta bidones fue de tan solo 600g, pero la diferencia en dinero es de aprox. dos mil dólares o mil 700 euros (la Contend AR la compré usada y en una subasta a un súper precio).
Si el peso es muy importante para ti, entonces seguramente dirás algo como “con la mitad del diferencial de precio te compras unas buenas ruedas y componentes de carbono y ese peso de 600g lo eliminas”. Y ciertamente así puede ser. No obstante, recuerda que no todo es el peso. La comodidad al pedalear entre una y otra es algo notable, pero no extremo. Además, recuerda al maldito ego, que a mí en lo personal me tiene sin cuidado.
Para no hacer más largo este post, y no quitarte más tiempo de tus vacaciones de verano, diré simplemente lo siguiente. No me arrepiento de haber comprado una gravel con cuadro de carbono. La experiencia de montarla ha sido única. Pero a estas alturas, el tenerla me tiene sin mucho cuidado. No la vendo porque hoy en día el precio de las gravel está por las nubes y no podría renovarla por falta de presupuesto.
Es obvio que mi actitud es así, pues ya experimenté con el carbono. Si actualmente tú estás en una posición que yo viví dos años atrás (gravel de aluminio, pero con deseos de una de carbono) y si por alguna razón no puedes adquirir una de carbono, mi recomendación es que ello no te quite el sueño. Quizá sea mejor que a tu gravel actual de aluminio le montes unas buenas ruedas y unos componentes de alto nivel y con eso tendrás más que suficiente. Lo que te sobre de dinero podrás invertirlo en algo mejor, porque siempre habrá algo mejor.
Nota final: Abajo en los comentarios podrás leer el de Miguel, quien añade factores adicionales por considerar entre ambos tipos de cuadros. Vale la pena leerlos.
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6 comentarios
Interesante articulo, pero si me permitís voy a hacer mis reflexiones como bien dice el articulo, soy ciclista experto, he usado cuadros de acero, aluminio y carbono, y mi reflexión es la siguiente, un cuadro de carbono solo seria recomendable por dos motivos, como tu bien dices, ego o ciclista de altísimo nivel, (profesional o categorías de alta competición) para un usuario normal, cicloturista, gravel etc. no hay ningún motivo técnico que justifica tal diferencia de precio, las diferencias son tan mínimas que ningún ciclista amateur va a notar.
Por lo tanto una bicicleta de aluminio con horquilla de carbono es suficiente calidad para cualquier ciclista, inclusive vale para alta competición.
La diferencia de peso es tan mínima, que un simple bote de agua ya la iguala.
Luego esta el peso personal de cada ciclista, que mas da que un ciclista de 80 kg lleve una bicicleta de 8 kg y otro lleve una de 9 kg si pesa 65 kg.
El ciclismo va mucho mas allá del peso de la bicicleta hay mil factores mas determinantes que la mínima calidad entre bicicletas.
Ahora bien me parece maravilloso que se fabrique buenas bicicletas y que se desarrollen buenos materiales y que el que quiera darse el capricho lo haga.
Yo mismo me compraría un pepino, si me sobrara el dinero, pero por mero capricho, no por que vaya a mejorar absolutamente nada técnicamente.
Peros Sres. y Sras. el peso de la bicicleta y las mínimas vibraciones son totalmente insignificante para el rendimiento del ciclista.
un saludo.
Gracias Miguel por tus palabras. Las aportaciones que añades son muy valiosas y yo olvidé mencionarlas en mi post. Totalmente de acuerdo con todo lo que señalas. Así que damas y caballeros, ahí tienen información adicional para tomar una decisión todavía más acertada. Saludos Miguel, gracias por comentar. JVD.
Añadiré un punto relevante que no habéis mencionado: el carbono no se recicla! Como decía alguien, estas comprando un residuo! Si te gusta la naturaleza, te preocupas de no ensuciarlo cuando ruedas (y llegas a casa cargado con envoltorios de geles, etc.), porque no lo cuidas también cuando adquieres tu bici? Acero, aluminio incluso titanio, siempre y antes que el carbono! Y dejemos esas ganancias marginales para los PRO!
Hola Ángel, de acuerdo también con tu punto. Gracias por comentar. Saludos. JVD.
He leído el artículo, también la interesante opinión de Miguel, pero me pregunto, cuando hacemos una compra, ¿Qué no está mediado por el ego? Sería interesante ceñirse exclusivamente a los datos técnicos de los distintos materiales, a las ventajas de unos y otros, también a los precios de los mismos. El tema ego sería más bien personal de cada uno, igual que el que decide comprarse un Lamborghini para ir a trabajar.
Gracias!!!
Hola Joaquín, gracias por escribir. En mi opinión si hay ego, en mayor o menor medida. Muy difícil hacer una compra de lo que sea considerando solamente lo técnico (o lo racional). Este mundo sería distinto si así fuese. Pero ya me alejé del tema. Al final, comprar lo que a uno le venga bien según gustos y presupuesto. Saludos!