Un par de semanas atrás los holandeses se convirtieron en los primeros en haber organizado un campeonato nacional de ciclismo gravel. No fueron EE.UU., Australia u otro país de mediano o gran territorio con decenas de miles de kilómetros de terracerías.
Su realización significa muchas cosas y dos de ellas son; a) gravel sigue consolidándose y b) gravel esta siguiendo la ruta de formalización de competencias por la cual pasaron el ciclismo de ruta hace casi cien años y el ciclismo MTB tres / cuatro décadas atrás.
Ciclismo gravel, continúa su “formalización”
En poco menos de una década el ciclismo gravel está dejando de ser una modalidad basada en la iniciativa de organizaciones privadas y sin reglas definidas (o auto definidas), todo ello en medio de un contexto de camaradería, informalidad y relajamiento, a uno más formalizado o regulado. Hablamos evidentemente de los eventos gravel, en los cuales participan aficionados, amateurs y profesionales, porque para nosotros los graveleros/as de a pie o comunes, poco nos afecta dicha transformación.
Con todo lo que ahora sucede, y a mi parecer, se está gestando un ciclismo gravel de competencia de dos mundos; el viejo mundo (original) y el mundo nuevo. El primero mantendrá la esencia por todos conocida. Sus promotores y seguidores se resistirán a lo nuevo, a las reglas, a la formalidad.
En el mundo nuevo existirán reglas mucho más específicas a las ahora existentes y será regulado por la UCI con el acompañamiento de las federaciones nacionales de ciclismo. Si quieres ganar un campeonato local, regional o nacional “legalmente” reconocido entonces deberás enfocarte en sus competencias, pues no creo que las piernas te darán para pedalear en ambos mundos.
En suma, será tal como ahora sucede con el ciclismo de ruta y el MTB. Tendrás un ángel que te dirá “mantente con los originales, representan la esencia del ciclismo gravel”, pero al otro lado de tu cabeza tendrás a un diablo diciendo “no pierdas tu tiempo en el viejo mundo ¿quieres la gloria, quieres ser famoso como Mathieu van der Poel o Peter Sagan? Entonces vente al mundo nuevo”.
Vaya encrucijada que tendrán los graveleros/as de competencia en el corto plazo. Obviamente lo ideal es que exista un solo mundo del ciclismo gravel, pero por ahora ello se ve complicado.
En medio de todo ello la pregunta aquí es ¿de los organizadores de eventos gravel “originales” cuántos se mantendrán en el viejo mundo y cuántos pasarán al mundo nuevo? ¿Los organizadores de El Mito, Gravelers, Nordic Gravel, Gravel-México, Unbound Gravel, SBTGRVL, Mid South, Belgian Waffle, etc. alinearán sus eventos / competencias a las reglas que muy posiblemente definirá UCI junto con las federaciones nacionales?
Lo iremos viendo en los próximos meses.
El campeonato nacional en Holanda
Mientras las aguas toman su cauce en el ciclismo gravel, y tal como lo hemos informado aquí en TodoGravel, poco a poco se van organizando eventos que van dando forma al mundo nuevo. Apenas en octubre pasado se celebró la primera carrera gravel solamente con ciclistas profesionales y dos semanas atrás se llevó a cabo el campeonato nacional de ciclismo gravel en Holanda, el primero de su tipo en el mundo (hasta cierto punto).
Lo curioso del hecho es que sucedió en un país pequeño con apenas 130 mil kilómetros de caminos, de los cuales muy probablemente la mayoría tienen algún tipo de asfaltado. (Busqué rápidamente el dato de porcentaje de caminos asfaltados y con terracería pero no pude encontrarlo).
El caso es que la organización del evento es tan sólo el inicio de muchos más similares que acontecerán en los meses por venir en otros países donde el ciclismo gravel ha tomado cierto arraigo. El campeonato nacional fue organizado por NK Gravel Epe, fue avalado por las autoridades ciclistas holandesas y apoyado por diversos patrocinadores como Cannondale, Shimano, Vittoria, Komoot, entre otros.
El campeonato nacional holandés se llevó a cabo en un circuito de 7.5km. No había para más. Imagen: Bruno Bobbink.
En un estupendo artículo de Betsy Welch, periodista de VeloNews, se relata el “detrás de escena” en la organización del evento. Welch nos recuerda que previo a este campeonato holandés (abril, 2021) se había organizado en Reino Unido el King´s Cup Gravel Festival 2021, el cual fue el evento de arranque de los Campeonatos de Gravel Británico y los ganadores de las categorías recibieron su jersey de campeón nacional. En este sentido queda a debate si ocurrió en Holanda o en Reino Unido el primer campeonato nacional, aunque en el holandés participaron ciclistas profesionales (además de amateurs y aficionados).
Welch relata también como las fundadoras de NK Gravel, ciclistas y organizadoras de eventos previos y a quienes entrevistó, se acercaron pocos años atrás a la Royal Dutch Cycling Union (KNWU) -Federación Holandesa de Ciclismo – para organizar competencias de ciclismo gravel, pero no les hicieron caso, en parte por la situación de la pandemia COVID19. Insistieron este año y en agosto pasado la KNWU dio el visto bueno al campeonato nacional, pero su organización debía ser asignada por competencia, es decir, otros organizadores debían también participar en la puja.
Al final NK Gravel ganó la organización dado que ya tenían la ruta definida y los permisos respectivos de autoridades para organizar la carrera. En tres meses, es decir, el 13 de noviembre pasado, el campeonato se llevó a cabo.
Dado que Holanda tiene poco territorio y es complejo obtener permisos de tránsito y paso, la carrera debió celebrarse en un circuito de apenas 7.5km y en el cual había superficie asfaltada, gravel, arenosa y ciclocrós. La distancia fue de 120km en la categoría varonil y 75km en femenil. En la varonil participaron alrededor de 200 ciclistas y en la femenil aproximadamente 60. Cualquiera pudo registrarse pero había ciertos requisitos para ser elegido, dado el cupo limitado.
Las ganadoras de la rama femenil: Lorena Wiebes, Demi Vollering (con el jersey de campeona nacional), and Floortje Mackaij. Imagen: Bruno Bobbink.
Seguramente te estarás diciendo algo como “una carrera gravel en un circuito de 7.5km no es realmente una carrera gravel, sino de ciclocrós”. Si nos apegamos a la ortodoxia es posible que tengas razón, pero recuerda que es Holanda y no España, México, Chile o Argentina, donde fácilmente puedes organizar una auténtica carrera gravel, en la cual no hay vueltas repetidas. En cada país se hace lo que se puede.
Al final de su artículo Welch le preguntó a las organizadoras si el circuito, la infraestructura y las reglas definidas para el campeonato nacional junto con KNWU satisfizo a todos los participantes. Ellas respondieron que “los graveleros/as holandeses son muy proteccionistas de la disciplina, tal como sucede en EE.UU”. Les cuestionaron el porqué habían llevado al ciclismo gravel al nivel de ser una disciplina de competencia y regulada cuando se trata de ser una experiencia personal y de relajamiento.
Las respuestas que ellas daban es que “es algo que ya no puedes parar, ya no puedes parar este desarrollo del ciclismo gravel. No lo intentes, mejor súmate. Mejor que sea algo debidamente regulado, con reglas seguras”.
El campeonato nacional holandés de ciclismo gravel dejó muchas experiencias, reflexiones y aprendizajes, más allá de lo deportivo. Da mucha luz sobre lo que viene y si tú eres de los que organizan eventos de ciclismo gravel en tu país, te recomiendo des lectura al artículo de Welch aquí. Seguramente obtendrás ideas para tus propios eventos o, porque no, organizar el primer campeonato nacional de tu país. Éxito en ello.
Finalmente, aquí te dejo un video sobre este primer campeonato de ciclismo gravel en Holanda. No es el video oficial de la carrera, sino el video de un YouTuber que grabó a un amigo participando en la misma. Está entretenido.
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